El escándalo de infidelidad que se dio a conocer en todo el mundo, como pocas veces sucedió, en la kiss cam durante un recital de Coldplay, continúa dejando secuelas. En esta ocasión el protagonista es alguien cuyo rostro no se conocía. Andrew Cabot es el marido de Kristin, la mujer que aparece siendo abrazada por su amante, el CEO de Astronomer, Andy Byron.

Escándalo de los audios: Rusia pide que Argentina explique sus acusaciones

Andrew habló por primera vez del escándalo que fue proyectado en las pantallas gigantes, sorprendió a los presentes y luego se viralizó en redes sociales. “O están teniendo una aventura o son muy tímidos” dijo Chris Martin al observarlos escondidos de la cámara. 

¿Qué dijo el esposo de la mujer de la kiss cam de Coldplay?

El escándalo fue en julio, sin embargo la aparición pública de Andrew Cabot reveló un detalle importante en el comunicado que el mismo sacó. En el mismo, se asegura que el matrimonio se encontraba "privada y amistosamente separada varias semanas antes del concierto”.

Según su relato, la decisión de divorciarse “ya estaba en marcha antes de esa noche”. La revista People fue donde se dio a conocer el comunicado, en el que agregó que  “espera que termine la especulación y que su familia recupere la privacidad que siempre ha valorado”.

Fuentes cercanas a la familia Cabot afirman que previo al affair, la pareja se mostraba cercana y sin ningún tipo de indicio al divorcio. Andrew Cabot es descendiente de una de las familias más poderosas de Boston, conocidas como los Boston Brahmin, con una fortuna estimada en USD 15.000 millones. El reparto de bienes tras el divorcio aún no se definió.

Las consecuencias del escandalo en la Kiss Cam de Coldplay

El video viral de Byron y Cabot afectó profundamente sus vidas profesionales, llevándolos a graves consecuencias en sus trabajos. La empresa Astronomer, especializada en DataOps e inteligencia artificial, suspendió de inmediato a ambos tras la amplia difusión del incidente, lo que finalmente culminó en la renuncia de los dos. Pete DeJoy, quien sucedió a Byron en su cargo, describió en LinkedIn la situación como "inusual y surrealista", destacando que la compañía se volvió tristemente célebre por una situación inesperada.

Las repercusiones del incidente también tuvieron un fuerte impacto en sus vidas personales y familiares. La esposa de Andy Byron, Megan Kerrigan, abandonó el hogar que compartían con sus hijos y le devolvió el anillo de bodas. Además, borró el apellido Byron de sus redes sociales antes de cerrar por completo su cuenta de Facebook, dejando en claro la drástica decisión que tomó.